INTRODUCCION
La especie humana surgió como producto de un largo proceso de cientos de
miles de años, diferenciándose del resto de los animales.
Con el desarrollo de la posición erecta se liberaron las manos; eso permitió
acceder a una alimentación variada y
funciones del cerebro.
A diferencia de los animales que toman
por instinto lo que brinda la naturaleza, a
partir de su constitución biológica, el
hombre produce sus medios de vida:
fabrica instrumentos para sobrevivir.
Así, los hombres transformaron la
naturaleza haciéndola servir a sus propios
fines y, al hacerlo, se transformaron a sí
mismos, desarrollándose la sociedad
humana. El hombre ha sido, y es, producto de su propio trabajo.
Los hombres son seres sociales: en grupo trabajan y sobreviven. El trabajo lo
realizan siempre en relación con otros hombres, produciendo colectivamente,
cooperando entre ellos.
Esta práctica en la producción, desde la fabricación de los más toscos
instrumentos para cazar, requirió e hizo posible el desarrollo del lenguaje y del
pensamiento. Éste es el reflejo de la naturaleza y de la propia práctica en el
cerebro de los hombres y, a la vez, hace posible todas sus actividades.
Comunismo Primitivo
En la prehistoria de todos los pueblos existió un comunismo de tribu: Una
sociedad sin clases sociales y sin Estado.
Pequeñas colectividades de individuos libres, unidos por vínculos de
parentesco, que producían en común (colectivamente) y utilizaban la tierra en
común.
El producto social se distribuía de acuerdo a las necesidades.
No había propiedad privada, es decir que unos tuvieran medios de producción
y otros no y, como apenas se obtenía lo necesario para sobrevivir, todos
debían trabajar. Nadie podía vivir a costa del trabajo de otros.
Esclavismo
Con el nacimiento de los Estados y el desarrollo de las técnicas de producción
se hizo posible y necesario conseguir nuevas fuerzas de trabajo. Las guerras
se multiplicaron y los pueblos vencidos fueron convertidos, por la fuerza de las armas
Los esclavistas, propietarios de los medios de producción -tierra e
instrumentos- y de los esclavos, disponen de todo lo producido por éstos.
Los esclavos, con su trabajo, producen las riquezas del esclavista
(excedente) y también el sustento que éste les da (trabajo necesario).
El Imperio Inca
En América del Sur, a la llegada de los españoles, en la sociedad incaica
se desarrollaba el régimen esclavista e iba descomponiéndose el
comunismo primitivo de las colectividades agrícolas (ayllu).
La aristocracia dirigente en el Imperio Inca había establecido su dictadura
con un estado poderoso que sometía a explotación y expoliación brutales
a una enorme región. Las comunidades agrícolas y pueblos sometidos
debían rendir tributo.
Además, en las tierras del Inca (el emperador), del templo y de la
aristocracia trabajaban obligados los yanaconas, servidores perpetuos
vinculados de por vida a su amo. Las acllas, esclavas obtenidas de los
pueblos sometidos, trabajaban en los talleres de los templos y eran
distribuidas entre los funcionarios del Inca. Los mitimaes, poblaciones
rebeldes deportadas, trabajaban en tierras del Inca para abastecer a los
ejércitos o colonizando nuevas tierras.
Avanzaba la propiedad privada de tierra, ganados y hombres.
Feudalismo
Con la derrota de la clase de los esclavistas en Europa, en diferentes
momentos y bajo diversas formas en otras regiones del mundo, se fueron
gestando nuevas relaciones de producción que darían nacimiento a un nuevo
modo de producción.
Se impuso otro modo de explotación de una clase por otra: el feudalismo, que
predominó en Europa durante 1500 años y varios milenios en otras regiones
de la tierra.
La conquista de América
Con la conquista, las monarquías de España y Portugal realizaron un gigantesco
genocidio e impusieron en América el dominio colonial a sangre y fuego y, junto
con él, las relaciones feudales de explotación en latifundios, plantaciones,
obrajes y minas –utilizando también para ello formas de explotación de los
imperios prehispánicos, como el yanaconazgo y la mita (trabajo obligatorio y por
turnos de una parte de los miembros de una comunidad, muy utilizado en las
minas de Potosí). Complementaron esas relaciones feudales con la esclavitud
(incluyendo la de millones de negros arrancados de África).
En la América colonial se sucedieron los levantamientos indígenas –durante 300
años- contra el régimen colonial-feudal implantado por la conquista.
SOCIEDAD CONTEMPORANEA
Edad Contemporánea es el nombre con el que se designa el periodo histórico comprendido entre la Revolución francesa y la actualidad. Comprende un total de 225 años, entre 1789 y el presente. La humanidad experimentó una transición demográfica, concluida para las sociedades más avanzadas (el llamado primer mundo) y aún en curso para la mayor parte (los países subdesarrollados y los países recientemente industrializados), que ha llevado su crecimiento más allá de los límites que le imponía históricamente la naturaleza, consiguiendo la generalización del consumo de todo tipo de productos, servicios y recursos naturales que han elevado para una gran parte de los seres humanos su nivel de vida de una forma antes insospechada, pero que han agudizado las desigualdades sociales y espaciales y dejan planteadas para el futuro próximo graves incertidumbres medioambientales.1
Los acontecimientos
de esta época se han visto marcados por transformaciones aceleradas en
la economía, la sociedad y la tecnología que han merecido el nombre de Revolución industrial, al tiempo que se destruía la sociedad preindustrial y se construía una sociedad de clases presidida por una burguesía que contempló el declive de sus antagonistas tradicionales (los privilegiados) y el nacimiento y desarrollo de uno nuevo (el movimiento obrero), en nombre del cual se plantearon distintas alternativas al capitalismo. Más espectaculares fueron incluso las transformaciones políticas e ideológicas (Revolución liberal, nacionalismo, totalitarismos); así como las mutaciones del mapa político mundial y las mayores guerras conocidas por la humanidad.
La ciencia y la cultura entran en un periodo de extraordinario desarrollo y fecundidad; mientras que el arte contemporáneo y la literatura contemporánea (liberados por el romanticismo de las sujeciones académicas y abiertos a un público y un mercado cada vez más amplios) se han visto sometidos al impacto de los nuevos medios de comunicación de masas (tanto los escritos como los audiovisuales), lo que les provocó una verdadera crisis de identidad que comenzó con el impresionismo y las vanguardias y aún no se ha superado.2
En cada uno de los planos principales del devenir histórico (económico, social y político),3 puede cuestionarse si la Edad Contemporánea es una superación de las fuerzas rectoras de la modernidad
o más bien significa el periodo en que triunfan y alcanzan todo su
potencial de desarrollo las fuerzas económicas y sociales que durante la
Edad Moderna se iban gestando lentamente: el capitalismo y la burguesía; y las entidades políticas que lo hacían de forma paralela: la nación y el Estado.
FUENTE:
http://es.wikipedia.org/wiki/Edad_Contempor%C3%A1nea
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